Los planes de desarrollo empiezan a dar frutos en la tierra del olvido
Providencia hecha realidad
A partir del fallo con el que la CIJ trazó la frontera marítima entre Colombia y Nicaragua se han acelerado algunos proyectos para el desarrollo de la isla.
Niños del Coconut Group, de Providencia, grabaron por primera vez en el Centro de Producción Cultural de la isla. / Cancillería
¿Qué vaina, ah? Tenía que pasar todo eso del fallo de La Haya para que por fin llegaran aquí cosas buenas. Si no hubiera pasado, no habría llegado aquí nada con tanta rapidez. A la larga, eso que fue tan indignante sirvió para que el Gobierno mirara para acá, para que le metiera el acelerador a todos los proyectos e hiciera realidad lo que nos parecía imposible. Cuando llegaron a prometer no les creímos, porque esta siempre fue la tierra del olvido".
Son las palabras de Robert Briton, un habitante de la isla de Providencia, parado en la puerta del Centro de Producción Cultural que se acaba de inaugurar en el marco del Plan Fronteras para la Prosperidad, del Ministerio de Relaciones Exteriores. El Centro Cultural es uno entre varios proyectos que se ejecutan en la isla por solicitud de la comunidad y que se planearon antes de que fuera emitido el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el 19 de noviembre de 2012, el cual estableció la frontera marítima entre Colombia y Nicaragua.
Jorge Guzmán, director del Plan Fronteras, reitera que no existe un antes y un después del fallo en el desarrollo de los 15 proyectos en el departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Siete se realizan en el municipio de Providencia y Santa Catalina, entre ellos la construcción de una casa lúdica en Pueblo Viejo, el primer asentamiento de ingleses en la isla, para que los menores de edad tengan un lugar de formación y esparcimiento que los aleje de la droga y el narcotráfico. También un proyecto de mejoramiento de los hábitos alimentarios y el aprovechamiento del recurso hídrico, en el que interviene la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y que busca generar prácticas saludables y sostenibles en un departamento que es el más obeso del país y que cada vez está más seco. Hace seis meses no cae un aguacero en Providencia, y sin agua no se puede progresar.
Lo que sí llegó después del fallo fue el Plan San Andrés, creado por el presidente para llevar desarrollo económico y social a una población que se sentía olvidada y afectada por la decisión de la CIJ. A través de ese plan, que tiene un presupuesto mucho mayor y se articula con el Plan Fronteras, hoy se construyen vías en Providencia, se empezó a planear el acueducto, que aún no existe, y se consiguieron insumos para el ajuste del ordenamiento territorial del archipiélago, entre otros.
'El Caribe es un país musical'
En Providencia, la música es un hábito casi tan fundamental como la comida. Es extraño el isleño que no sea al mismo tiempo pescador, agricultor y músico. Por eso, una de las necesidades consideradas prioritarias por la comunidad fue construir el Centro de Producción Cultural, con el impulso del Ministerio de Cultura y del Plan Fronteras, que tiene auditorio y estudio de edición y de grabación de alta calidad donde los artistas locales pueden hacer realidad sus proyectos.
En la inauguración oficial del centro, realizada el pasado sábado, llegaron a grabar sus canciones músicos de toda la isla, coros de las iglesias bautistas, artistas de la vieja guardia, jóvenes aprendices, bandas de reggae, coros infantiles. Muchos nunca habían grabado en estudio, porque Providencia era la isla más atrasada en el mercado musical caribeño.
El Centro Cultural, según los isleños, promete convertirse en un punto de encuentro del vecindario: "Colombia habla español, nosotros creole o inglés. Tenemos otro país al que yo llamo el país del Caribe. La mitad de mi familia vive en Nicaragua, mis abuelos son de Jamaica y Trinidad y Tobago. Con estos y los demás países vecinos compartimos la misma lengua, idiosincrasia, religión, costumbres y, por supuesto, la misma música. Somos lo mismo, por eso el archipiélago no se puede dividir. En el papel del fallo pueden existir enclaves, divisiones, pero en la realidad no. Lo que necesitamos es unidad y este centro nos va a mantener conectados con las fronteras musicales del Caribe, que es un país musical. Aquí van a venir artistas de todas partes a grabar, se va a dar un nuevo impulso a los festivales y proyectos a donde asisten turistas y artistas de todo el Caribe anglófono. Por supuesto, era fundamental mejorar la pesca, la comida, pero esto es darle a Providencia un proyecto de vida", añadió Robert Briton.
Para Nicaragua, como el cangrejo
Del 1º de abril al 31 de julio, el cangrejo negro está en veda en Providencia. Y muchos isleños están preocupados, confundidos, porque cada vez se ven menos de estos crustáceos, que son únicos en el archipiélago, constituyen un baluarte cultural y el único desarrollo económico propio de la población raizal.
En veda, las hembras migran desde el monte hacia el mar para desovar, acompañadas por algunos machos. Camino a las playas tienen que sortear los peligros del tráfico, aunque algunas calles se cierran para protegerlas, y de la captura por parte de turistas e isleños. Desovan en el agua, las larvas flotan con la corriente durante dos o tres semanas y cuando se convierten en pequeños cangrejos vuelven hacia el monte para completar el ciclo.
Hace seis años, en época de veda, al subir a la montaña los cangrejos recién nacidos forraban las calles, cubrían las paredes, se metían en las casas, en los sanitarios, en los hoteles. Los turistas no podían dormir. Pero por alguna razón, ahora la cantidad de cangrejos que vuelven a la isla es mucho menor. Algunos dicen que las larvas son arrastradas por nuevas corrientes de aire hasta Nicaragua, pero no se sabe a ciencia cierta por qué el cangrejo abandona la isla poco a poco.
Hay un incipiente plan de la Cancillería para diseñar unidades de producción y planes de comercialización del cangrejo negro. Piensan también hacer el Festival del Cangrejo, cuya primera edición sería en septiembre de este año. Sin embargo, primero hay que descifrar el misterio de la partida del crustáceo. De lo contrario, el proyecto tiene todas las de fracasar. Es uno de los grandes desafíos que aún tiene el Estado y la comunidad para preservar un símbolo de los raizales.
